Fr German’s message MESSAGE TO THE PEOPLE OF GOD OF THE SYNOD OF BISHOPS FOR THE NEW EVANGELIZATION The Synod of Bishops for the New Evangelization ended on Sunday, October 28, 2012. The 349 participants of the Synod released a statement to the people of God. Since the statement is a rather long one, but important for all Christians to read, I will allow the printing of the text in its entirety over the next several bulletins. I wish you all a happy reading, and if this text should inspire ideas for our parish, do not hesitate to share them with us.
Continued from the previous bulletin 10. The Gospel in dialogue with human culture and experience and with religions The New Evangelization is centered on Christ and on care for the human person in order to give life to a real encounter with him. However, its horizons are as wide as the world and beyond any human experience. This means that it carefully cultivates the dialogue with cultures, confident that it can find in each of them the “seeds of the Word” about which the ancient Fathers spoke. In particular, the new evangelization needs a renewed alliance between faith and reason. We are {softlineconvinced that faith has the capacity to welcome the fruits of sound thinking open to transcendence and the strength to heal the limits and contradictions into which reason can fall. Faith does not close its eyes, not even before the excruciating questions arising from evil's presence in life and in history, in order to draw the light of hope from Christ's Paschal Mystery. The encounter between faith and reason also
nourishes the Christian community's commitment in the field of education and
culture. The institutions of formation and of research – schools and
universities – occupy a special place in this. Wherever human intelligence is
developed and educated, the Church is pleased to bring her experience and
contribution to the integral formation of the person. In this context
particular care is to be reserved for catholic schools and for catholic
universities, in which the openness to transcendence that belongs to every
authentic cultural and educational course, must be fulfilled in paths of
encounter with the event of Jesus Christ and of his Church. May the gratitude
of the Bishops reach all who, in sometimes difficult conditions, are involved
in this. A particular field of the encounter between
faith and reason today is the dialogue with scientific knowledge. This is not
at all far from faith, since it manifests the spiritual principle that God
placed in his creatures. It allows us to see the rational structures on which
creation is founded. When science and technology do not presume to imprison
humanity and the world in a barren materialism, they become an invaluable ally
in making life more humane. Our thanks also go to those who are involved in
this sensitive field of knowledge. In addition to works of art, all of human
activity draws our attention as an opportunity in which we cooperate in divine
creation through work. We want to remind the world of economy and of labor of
some matters arising from the Gospel: to redeem work from the conditions that
often make it an unbearable burden and an uncertain future threatened by youth
unemployment, to place the human person at the center of economic development,
to think of this development as an occasion for humanity to grow in justice and
unity. Humanity transforms the world through work. Nevertheless we are called
to safeguard the integrity of creation out of a sense of responsibility towards
future generations. A field in which the light of the Gospel can and must shine in order to illuminate humanity's footsteps is politics. Politics requires a commitment of selfless and sincere care for the common good by fully respecting the dignity of the human person from conception to natural end, honoring the family founded by the marriage of a man and a woman, and protecting academic freedom; by removing the causes of injustice, inequality, discrimination, violence, racism, hunger and war. Christians are asked to give a clear witness to the precept of charity in the exercise of politics. Finally, the Church considers the followers
of religions as her natural partners in dialogue. One is evangelized because
one is convinced of the truth of Christ, not because one is against another.
The Gospel of Jesus is peace and joy, and his disciples are happy to recognize
whatever is true and good that humanity's religious spirit has been able to
glimpse in the world created by God and that it has expressed in the various
religions. …to be continued in the next bulletins…
Happy Year of Faith to all. Have a happy week. Fr. Germán December 16th 2012 | MENSAJE AL PUEBLO DE DIOS DEL SINODO DE OBISPOS POR LA NUEVA EVANGELIZACION
Los 349 participantes al sínodo enviaron un mensaje al Pueblo de Dios. Como el mensaje es un poco largo y que creo importante que todos los cristianos puedan leerlo, me permito publicar la integralidad del texto en los próximos boletines. Les deseo una feliz lectura y si este texto les inspira algunas ideas para nuestra parroquia, no tema en comunicárnoslas.
Continuación del boletín precedente…. 10. El Evangelio en diálogo con la cultura y la experiencia humana y con las religiones La nueva evangelización tiene su centro en Cristo y en la atención a la persona humana, para hacer posible el encuentro con él. Pero su horizonte es tan ancho como el mundo y no se cierra a ninguna experiencia del hombre. Eso significa que ella cultiva, con particular atención, el diálogo con las culturas, con la confianza de poder encontrar en todas ellas las “semillas del Verbo” de las que hablaban los Santos Padres. En particular, la nueva evangelización tiene necesidad de una renovada alianza entre fe y razón, con la convicción de que la fe tiene recursos suficientes para acoger los frutos de una sana razón abierta a la trascendencia y tiene, al mismo tiempo, la fuerza de sanar los límites y las contradicciones en las que la razón puede tropezar. La fe no deja de contemplar los lacerantes interrogantes que supone la presencia del mal en la vida y la historia de los hombres, encontrando la luz de su esperanza en la Pascua de Cristo. El encuentro entre fe y razón nutre el esfuerzo de la comunidad cristiana en el mundo de la educación y la cultura. Un lugar especial en este campo lo ocupan las instituciones educativas y de investigación: escuelas y universidades. Donde se desarrolla el conocimiento sobre el hombre y se da una acción educativa, la Iglesia se ve impulsada a testimoniar su propia experiencia y a contribuir a una formación integral de la persona. En este ámbito merecen una atención especial las escuelas y universidades católicas, en las que la apertura a la trascendencia, propia de todo itinerario cultural sincero y educativo, debe completarse con caminos de encuentro con la persona de Jesucristo y de su Iglesia. Vaya la gratitud de los obispos a todos los que, en condiciones muchas veces difíciles, desempeñan esta tarea. La evangelización exige que se preste gran atención al mundo de las comunicaciones sociales, que son un camino, especialmente en el caso de los nuevos medios, en el que se cruzan tantas vidas, tantos interrogantes y tantas expectativas. Son el lugar donde en muchas ocasiones se forman las conciencias y se muestran los hechos de la propia vida y deben ser una oportunidad nueva para llegar al corazón de los hombres. Un particular ámbito de encuentro entre fe y razón se da hoy en el diálogo con el conocimiento científico. Éste, por otro lado, no se encuentra lejos de la fe, siendo manifestación de aquel principio espiritual que Dios ha puesto en sus criaturas y que les permite comprender las estructuras racionales que se encuentran en la base de la creación. Cuando la ciencia y la técnica no presumen de encerrar la concepción del hombre y del mundo en un árido materialismo se convierten, entonces, en un precioso aliado para el desarrollo de la humanización de la vida. También a los responsables de esta delicada tarea se dirige nuestro agradecimiento. Queremos, además, agradecer su esfuerzo a los hombres y mujeres que se dedican a otra expresión del genio humano: el arte en sus varias formas, desde las más antiguas a las más recientes. En sus obras, en cuanto tienden a dar forma a la tensión del hombre hacia la belleza, reconocemos un modo particularmente significativo de expresión de la espiritualidad. Estamos especialmente agradecidos cuando sus bellas creaciones nos ayudan a hacer evidente la belleza del rostro de Dios y de sus criaturas. La vía de la belleza es un camino particularmente eficaz de la nueva evangelización. Más allá del arte, toda obra del hombre es un espacio en el que, mediante el trabajo, él se hace cooperador de la creación divina. Al mundo de la economía y del trabajo queremos recordar como de la luz del Evangelio surgen algunas llamadas urgentes: liberar el trabajo de aquellas condiciones que no pocas veces lo transforman en un peso insoportable con una perspectiva incierta, amenazada por el desempleo, especialmente entre los jóvenes, poner a la persona humana en el centro del desarrollo económico y pensar este mismo desarrollo como una ocasión de crecimiento de la humanidad en justicia y unidad. El hombre, a través del trabajo con el que transforma el mundo, está llamado a salvaguardar el rostro que Dios ha querido dar a su creación, también por responsabilidad hacia las generaciones venideras. El Evangelio ilumina también las situaciones de sufrimiento en la enfermedad. En ellas, los cristianos están llamados a mostrar la cercanía de la Iglesia para con los enfermos y discapacitados y con los que con profesionalidad y humanidad trabajan por su salud. Un ámbito en el que la luz de Evangelio puede y debe iluminar los pasos de la humanidad es el de la vida política, a la cual se le pide un compromiso de cuidado desinteresado y transparente por el bien común, desde el respeto total a la dignidad de la persona humana desde su concepción hasta su fin natural, de la familia fundada sobre el matrimonio de un hombre y una mujer, de la libertad educativa, en la promoción de la libertad religiosa, en la eliminación de las injusticias, las desigualdades, las discriminaciones, la violencia, el racismo, el hambre y la guerra. A los políticos cristianos que viven el precepto de la caridad se les pide un testimonio claro y transparente en el ejercicio de sus responsabilidades. El diálogo de la Iglesia tiene su natural destinatario, finalmente, en los seguidores de las religiones. Si evangelizamos es porque estamos convencidos de la verdad de Cristo, y no porque estemos contra nadie. El Evangelio de Jesús es paz y alegría y sus discípulos se alegran de reconocer cuanto de bueno y verdadero el espíritu religioso humano ha sabido descubrir en el mundo creado por Dios y ha expresado en las diferentes religiones. El diálogo con los creyentes de las diversas religiones quiere ser una contribución a la paz, rechaza todo fundamentalismo y denuncia cualquier violencia que se produce contra los creyentes y las graves violaciones de los derechos humanos. Las Iglesias de todo el mundo son cercanas desde la oración y la fraternidad a los hermanos que sufren y piden a quienes tienen en sus manos los destinos de los pueblos que salvaguarden el derecho de todos a la libre elección, confesión y testimonio de la propia fe. Continuará en el próximo boletín…….
Feliz año de la Fe para todos. Feliz semana. P. Germán 16 de diciembre 2012 |
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