Mensaje del P. Germán
LA CUARESMA
La Cuaresma dará inicio el miércoles 5 de marzo. El primer día de
Cuaresma, es el Miércoles de Ceniza, ese día, vamos a ser marcados en la frente
con el signo de la Cruz y la Iglesia nos va a decir, una vez más, “conviértete
y cree en el Evangelio”.
La Cuaresma es un tiempo privilegiado que la Iglesia nos ofrece cada año
para hacer un poco de limpieza en nuestra vida material, moral y espiritual.
Los cuarenta días de Cuaresma, son como un camino que nos lleva hacia la
alegría de la Pascua. Hacia la Buena
Nueva de la Resurrección, hacia la victoria de la vida sobre la muerte y de la
luz sobre las tinieblas.
En su mensaje de Cuaresma, el Papa Francisco nos invita este año, a
seguir el ejemplo de Cristo.
San Pablo invita a los cristianos de Corinto, a ser generosos con los
fieles de Jerusalén que tenían necesidades. Él les dice: «Ustedes conocen
la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por
ustedes para enriquecerlos con su pobreza» (2 Cor 8, 9).
Dios asumió nuestra condición humana para que nosotros pudiésemos seguir
su ejemplo y ser ricos como Él. “La
caridad, el amor, es compartir en todo la suerte del amado” dice el Papa.
Dios nos manifestó su amor infinito, cuando su Hijo único vino a
mostrarnos su compasión, su ternura. Cuando vino a compartir nuestra condición
humana en todo, excepto el pecado.
Para ayudarnos a comprender
mejor el camino que debemos seguir, para imitar a Cristo en su manera de amar,
el Papa dice en su mensaje: “A imitación
de nuestro Maestro, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los
hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin
de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza
sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza. Podemos distinguir tres tipos de
miseria: la miseria material, la miseria moral y la miseria espiritual.”
La miseria material es llamada frecuentemente pobreza, ésta golpea a
aquellos que viven en situaciones contrarias a la dignidad humana.
La miseria moral consiste en convertirse esclavo del vicio y del pecado.
La miseria espiritual nos golpea cuando nos alejamos de Dios y
rechazamos su amor.
El Papa invita a los cristianos y a las comunidades cristianas a
deshacerse de todo lo que no es necesario. La Cuaresma es un tiempo para
preguntarnos de qué podemos privarnos, con el fin de ayudar a los demás. Aprovechemos de este camino de Cuaresma para enriquecernos
de la presencia de Dios en nuestra vida. Compartamos las riquezas que Dios ha
puesto en nuestras manos, con aquellos que viven la miseria material, moral o
espiritual.
Feliz camino hacia Pascua.
P. Germán 2 de marzo del 2014