Mensaje del P. Germán
Adviento
El domingo 29 de noviembre empieza el Tiempo de
Adviento. Vamos a prepararnos para celebrar el Nacimiento de Jesús. Para
celebrar la Navidad y las fiestas de fin de año, hasta el bautismo de Cristo.
El Adviento es un tiempo particular y este año, en
estos momentos de crisis, el Adviento nos invita a reflexionar sobre ese
evento histórico que es la Encarnación del Hijo de Dios. Jesús entró en la
historia, para revelarnos el Rostro del Padre y para acompañarnos en este peregrinaje
en la tierra.
Las Fiestas de Navidad este año, no serán tan
comerciales que en los años precedentes. Estamos invitados a salir lo menos
posible y evitar toda clase de reuniones.
Este año podemos comprender que lo esencial no
sucede en la calle, sino en el corazón. La belleza de este tiempo no se
encuentra en las vitrinas, sino en el pesebre. En todas las casas debería
haber un hermoso pesebre. Que nos recuerde que, durante el Tiempo de
Adviento, nos preparamos para recibir el Nacimiento del Príncipe de la Paz en
nuestro corazón y en nuestros hogares.
No olvidemos que el Adviento es un tiempo de
preparación. Debemos empezar en el silencio de nuestro corazón y en las
tinieblas de nuestra vida para avanzar, semana a semana, hacia la alegría y
la luz de la noche de Navidad.
Con las cuatro velas de la Corona de Adviento,
empezamos un camino que nos llevará de las tinieblas hacia la luz. Cada
semana vamos a alumbrar una de las cuatro velas de la Corona de Adviento, que
nos recuerdan que la luz de Cristo vino al mundo, para destruir todas las
tinieblas que nos impiden vivir en paz.
El Tiempo de Adviento es un tiempo particular. Es
un tiempo de alegría, porque nos preparamos a recibir a Cristo, que desea
nacer en nuestro corazón y en nuestras familias.
El Adviento es también, un tiempo difícil para
ciertas familias. Este año, Navidad será un tiempo difícil para el mundo
entero. Necesitamos un Salvador, para salir de esta crisis que está haciendo
temblar nuestras economías y golpeando lo que más hermoso de nuestra vida que
son las relaciones familiares y sociales.
Hay familias que cargan con sufrimientos, que se
acentúan en este tiempo de Navidad. Pienso particularmente en todas las
familias, que han sido afectadas de una manera u otra por el virus. Todas las
familias que cargan en este tiempo de Adviento con una cruz, una enfermedad
un luto o un sufrimiento.
Para esas familias el Tiempo de Adviento no es
fácil. En medio de su dolor, también ellos se van a preparar para celebrar la
Navidad con esperanza.
Cada vez que iluminen una de las cuatro velas de
adviento, piensen en todas las familias que viven momentos oscuros
actualmente. Que necesitan la luz de Cristo para volver a ver la belleza de
la vida.
Oremos para
que la luz de Navidad, ilumine también a nuestros científicos, a nuestros
líderes políticos y religiosos para que nuestras sociedades salgan de esta
crisis rápidamente, con el deseo de construir juntos un mundo mejor para
todos.
En este Tiempo de Adviento, tratemos de compartir
la luz que llevamos en nuestro corazón, con aquellos que sufren. En este
tiempo de Navidad, tratemos de acompañar en silencio, a aquellos que viven el
Tiempo de Adviento como una prueba. Caminemos con ellos, hacia la luz de la
esperanza que saldrá del pesebre el día de Navidad.
Que la paz que viene del pesebre, nos de la
palabra o el gesto que vamos a compartir, en este Tiempo de Adviento, con las
familias que sufren alrededor de nosotros. Feliz semana. Feliz comienzo del
Tiempo de Adviento.
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