Mensaje del Padre Germán
98 y 17 Años
El 20 de enero, día de la fiesta de San Sebastian,
la parroquia celebró 98 años de existencia. Ese día, recordamos, con los
niños de la escuela, todas las familias que, en la historia de nuestra
comunidad, han trabajado fuertemente para dejarnos en herencia una iglesia,
una escuela, tres estacionamientos, un presbiterio, una oficina y un
convento. Oramos por todas las familias que nos han precedido en la vida de
la comunidad.
Durante todas las misas del sábado y domingo 22 y 23
de enero) y particularmente, en la Misa trilingüe del domingo al mediodía,
reflexionamos sobre la importancia de comprometerse en la vida de la Iglesia,
para que la comunidad sea abierta, alegre y acogedora. Todos los bautizados
necesitan de la comunidad y la comunidad necesita de todos los bautizados
para existir. Es una ilusión creer que podemos vivir la fe, sin comunidad.
Todos tenemos dones y talentos que hemos recibido
para nuestro bien y para la felicidad de los demás.
Desde el 1º de julio del 2005 llegué a San
Sebastian. Tengo muchos recuerdos inolvidables compartidos, con personas de
las tres comunidades lingüísticas y con muchas personas de paso. Diez y siete
años en esta comunidad, han marcado mi vida y me han permitido conocer a
personas y familias remarcables que frecuentan esta comunidad.
Recuerdo que cuando llegué a San Sebastian, la
parroquia estaba casi vendida. El déficit de cada año era demasiado
importante, a pesar de la ayuda considerable de “Unidos en la Misión”.
La arquidiócesis no podía seguir pagando, las deudas
engendradas por la parroquia y la escuela cada año. Habían tomado la
decisión, de vender la parroquia y ceder los locales de la escuela, a otra
parroquia.
Gracias al compromiso de todos. Gracias a la
participación económica de muchas personas, familias y a una pequeña
subvención anual de “Unidos en la Mission”, la parroquia y la escuela tienen
presupuestos equilibrados. Actualmente al fin de cada año, terminamos incluso
con un pequeño excedente. No tenemos ninguna deuda.
En estos 17 años, he visto un desarrollo enorme en
muchos aspectos de la escuela. Esta semana, celebramos la Semana de las
Escuelas Católicas, la diversidad de actividades propuestas en San Sebastián,
son la prueba del dinamismo de nuestra escuela. Hoy tenemos más alumnos (as)
y sobre todo, el ambiente que se respira en las clases es sano, amigable y
familiar. Nuestra escuela se ha transformado, en la única escuela católica
primaria bilingüe del occidente de Los Angeles (español-inglés). Espero que
un día incluyamos el idioma francés.
Contamos con un personal muy calificado en todas las
áreas. La directora, maestros y personal aman la escuela y trabajan sin
contar las horas, para que los alumnos y las familias, reciban lo mejor que
una escuela católica puede ofrecer hoy a la sociedad.
Tenemos una tecnología muy avanzada, que nos ha
permitido afrontar las dificultades impuestas por el virus y la enseñanza a
distancia, en buenas condiciones.
La escuela materna es muy apreciada, por los padres
de familia jóvenes y por los pequeños, que se sienten como en su casa gracias
a la pasión, al amor y al profesionalismo de todas las maestras.
Durante la crisis apoyamos algunas familias, incluso
económicamente, para evitar que los niños suspendieran su escolaridad y sus clases
de música.
Tenemos una larga lista de espera, para las
inscripciones del próximo año.
Hemos efectuado trabajos de adaptación en los
locales y todavía tenemos planes para el futuro.
En la parroquia también ha habido muchos cambios en
estos 17 años. Empezamos por cambiar las cerraduras de las puertas de la
iglesia, que no eran seguras. El piso del altar que era en cemento se hizo en
madera. Hicimos un nuevo Bautisterio reemplazando el anterior que tenía fugas
de agua. Equipamos la iglesia con un sistema de micrófonos necesarios e
indispensables, para las celebraciones. Ahora tenemos varios micrófonos
inalámbricos y micrófonos profesionales, para los músicos y el coro.
Cambiamos completamente el techo de la iglesia, que amenazaba con caerse y
que tenía tantas goteras que un colador. Cambiamos el sistema eléctrico de la
iglesia que estaba obsoleto y no podía repararse. Un especialista en
restauración de imágenes religiosas limpió y pintó las estatuas y el
viacrucis de la iglesia.
Cuando logramos la presencia de las Hermanas en la
comunidad, restauramos y equipamos completamente el convento, para recibir
dignamente a tres religiosas.
Construimos una hermosa sala de usos múltiples, que
utilizamos frecuentemente, para actividades muy variadas.
Cambiamos y modernizamos el sistema informático de
la oficina de la parroquia.
El último proyecto que realizamos fue el “Covid
Memorial”. Un hermoso mosaico en el cual tenemos la foto de los integrantes
de nuestra comunidad, originarios del mundo entero, que fallecieron en los
momentos más difíciles de la pandemia.
Hemos invertido mucho en estos 17 años, los trabajos
realizados son visibles y todos aprovechamos de ellos.
Todo lo que se ha realizado es útil, no se ha
gastado un dólar inútilmente. Todo el dinero utilizado proviene de personas y
familias generosas de nuestras tres comunidades lingüísticas y de la escuela.
Sin su oración, confianza, generosidad y compromiso, no hubiéramos hecho todo
eso. Gracias. Que le Señor bendiga su generosidad.
Dentro de dos años, celebraremos los 100 años de
existencia de la comunidad católica trilingüe de San Sebastián.
Les propongo un proyecto, para celebrar los 100 años
con una mirada hacia el futuro, en la vida de nuestra parroquia.
¿Desean comprometerse conmigo en un proyecto indispensable,
para seguir teniendo un sacerdote en medio de la comunidad?
El presbiterio está en muy malas condiciones. Es el
único lugar de la parroquia en el cual no ha habido reparaciones importantes.
Todos los especialistas que hemos consultado dicen
que debe ser demolido y reconstruido enteramente. Es insalubre y de un
momento a otro se desplomará.
La campaña arquidiocesana para levantar fondos
“Called to Renew” (ver el mensaje
que escribí en el boletín de la parroquia del 31 de marzo del 2019) que debió
haberse realizado en la parroquia, en marzo del 2020. No tuvo lugar a causa de la crisis, deberá
realizarse a partir de marzo del 2022. Ahora tenemos una motivación para
comprometernos en esa campaña.
Espero sus reacciones a esta proposición y empiezo a
consultar especialistas en la materia, para que cuando llegue el día, estemos
listos para empezar con la demolición de la casa vieja y la construcción de
la nueva.
He aquí un buen proyecto para que todas las personas
y familias, que tienen la costumbre de apoyar económicamente a la parroquia,
empiecen a orar para dejarse inspirar sobre la cantidad que puedan ofrecer.
He aquí una buena ocasión también, para las familias que no han tenido la
oportunidad de participar en la vida económica de la comunidad. Piensen en
las bendiciones que Dios les ha ofrecido, gracias a la comunidad de San Sebastián. Piensen en
la cantidad que pueden ofrecer hoy a la Iglesia para agradecer al Señor y
permitir que la comunidad católica trilingüe de San Sebastián continúe su
misión en medio de nosotros.
Todas sus donaciones en esta campaña serán depositadas
en una cuenta aparte y utilizadas exclusivamente, para los fines establecidos
en la campaña.
El Consejo Económico de la parroquia y yo mismo,
estamos a su disposición para toda información complementaria.
Feliz Semana de las Escuelas Católicas.
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