Fr German’s message

The Mass 2^nd part.

Last week we began a reflection on the reasons for participating in the Mass. I proposed five and we talked about the first two.

 

- To meet Christ.

- To feed our faith.

- To show our belonging to a community.

- To rest.

- To give thanks to God.

 

You can read last week's text by clicking here.

Today I invite you to reflect on the last three reasons.

To show our belonging to a community. The first activity that Jesus carried out at the beginning of his public life was to form a community. The first result of the resurrection is the birth of a community. One of the characteristics of Christianity is the presence of the community and the importance of fraternal life wherever it exists. Jesus says (Jn 13:35) that we will be recognized as his disciples by the love we have for one another and by the brotherhood we will experience. We cannot say that we love God whom we do not see if we do not love our brothers and sisters whom we see (1Jn 4,20). The Mass is the only place where we are invited to share the same table with people we have not chosen and who have origins and ways of living and thinking different from ours. In the Church there are no borders, and this is manifested in the Mass.

We need the community, and the community needs us. We are always happy to share with the Christian community the most important moments of life: birth with Baptism, the transition from childhood to adolescence with Communion, the entry into responsible adulthood with Confirmation, the joy of love with Marriage or the Priesthood, illness, old age or end of life with the Sacrament of the Sick and leaving this world with the celebration of Funerals.

To rest. We live in a world and a society that push us to work or be busy all the time. We are summoned by a multitude of activities that sometimes make us forget that rest is essential. God sanctified the seventh day after creating the world and rested (Gen 2,3). We cannot consider ourselves stronger than God. We need to stop everything to take time for ourselves, for our spiritual life, for our relationship with the Creator, and to find ourselves in a fraternal relationship with men and women who, like us, want to stop to affirm that we are on earth not just to produce and consume, but to live.

The Mass allows us to stop everything to go as a family, to meet the great Christian family, and affirm together that the Creator has placed creation in our hands and that we are all responsible for the good health of our planet and the happiness of all men, and women who inhabit the earth.

To give thanks to God. I will say that the most important reason we should go to Mass is to give thanks to God.

All of us, without exception, have received multiple talents that allow us to live happily, to make those who live with us happy, and to participate in the construction of a better world for all.

The word Eucharist in Greek means giving thanks or thanksgiving. Knowing how to say thank you allows us to live with gratitude instead of living in gloom. It seems that the happiest people are those who know how to say thank you for everything, even the simple little things in life. The unhappiest are those who do not see the beauty and goodness in their lives and in the world but who always complain.

There are still many other, more theological reasons why we should attend Mass. I hope that these few pastoral reasons that I have just shared with you will help you take the step of getting involved and allowing your children to be involved in participating in Sunday Mass.

Have a great week.

Fr Germán July 3rd 2022

Mensaje del P. Germán

La Misa 2ª parte

La semana pasada, empezamos una reflexión sobre las razones para participar en la Misa. Les propuse cinco y hablamos de las dos primeras.

 

- Para encontrar a Cristo

- Para alimentar nuestra fe

- Para manifestar nuestra pertenencia a una comunidad.

- Para descansar

- Para dar gracias a Dios.

 

Pueden leer el texto de la semana pasada haciendo clic aquí.

Hoy los invito a reflexionar sobre las tres últimas razones.

 

Para manifestar nuestra pertenencia a una comunidad. La primera actividad que realizó Jesús al iniciar su vida pública fue la de formar una comunidad. El primer resultado de la resurrección es el nacimiento de una comunidad. Una de las características del cristianismo es la presencia de la comunidad y la importancia de la vida fraterna dondequiera que exista. Jesús dice (Jn 13,35) que seremos reconocidos como sus discípulos, por el amor que nos tengamos unos a otros, por la fraternidad que vivamos. No podemos decir que amamos a Dios a quien no vemos, si no amamos a nuestros hermanos y hermanas a quienes vemos (1Jn 4,20. La Misa es el único lugar, en donde estamos invitados a compartir la misma mesa, con personas que no hemos elegido y que tienen orígenes y formas de vivir y pensar diferentes a las nuestras. En la Iglesia no hay fronteras y esto se manifiesta en la Misa.

Necesitamos la comunidad y la comunidad necesita de nosotros. Siempre nos sentimos felices al compartir con la comunidad cristiana, los momentos más importantes de la vida: el nacimiento con el Bautismo, la transición de la niñez a la adolescencia con la Comunión, la entrada en la vida adulta responsable con la Confirmación, la alegría de amar con el Matrimonio o el Sacerdocio, la enfermedad, vejez o fin de la vida con el Sacramento de los Enfermos y la salida de este mundo con la celebración de Exequias.

Para descansar. Vivimos en un mundo y en una sociedad que nos empujan a trabajar o vivir ocupados todo el tiempo. Somos solicitados por un sinnúmero de actividades, que a veces nos hacen olvidar que el descanso es fundamental. Dios santificó el séptimo día después de crear el mundo y descansó. Gn 2,3. No podemos considerarnos más fuertes que Dios. Necesitamos parar todo para tomar tiempo para nosotros, para nuestra vida espiritual, para nuestra relación con el Creador, para encontrarnos en una relación fraterna con hombres y mujeres que, como nosotros, quieren detenerse para afirmar que estamos en la tierra, no sólo para producir y consumir, sino para vivir.

La Misa nos permite detener todo para ir en familia, a encontrar la gran familia cristiana y afirmar juntos, que el Creador ha puesto la creación en nuestras manos, que todos somos responsables de la buena salud de nuestro planeta y de la felicidad de todos los hombres y mujeres que habitan la tierra.

Para dar gracias a Dios. Diré que la razón más importante por la que debemos ir a Misa es para dar gracias a Dios.

Todos, sin excepción, hemos recibido múltiples talentos que nos permiten vivir felices, hacer felices a quienes viven con nosotros y participar en la construcción de un mundo mejor para todos.

La palabra Eucaristía en griego, significa dar gracias o acción de gracias. Saber decir gracias, nos permite vivir con gratitud en lugar de vivir en medio de lamentaciones. Parece que las personas más felices, son aquellas que saben decir gracias por todo, incluso por las pequeñas cosas simples de la vida. Los más infelices, son aquellos que no ven la belleza y bondad en sus vidas y en el mundo, pero que siempre se quejan.

Todavía hay muchas otras razones más teológicas por las que debemos asistir a Misa. Espero que estas pocas razones pastorales que acabo de compartir con ustedes les ayuden a dar el paso para involucrarse y permitir a sus hijos involucrarse, en la participación a la Misa dominical.

Feliz semana.

P. Germán el 3 de julio del 2022