Fr German’s message Open letter to President D. Trump from one of the Bishop of Jerusalem
In this Lenten season I invite you to read the open letter that the Bishop of the Evangelical Lutheran Church in Jordan and the Holy Land sent to the President of the USA. (I brought the text in Internet).
(Jesus said: “I was a stranger, and you welcomed me.” (Matt 25:35) “The President, The White House 1600 Pennsylvania Avenue, N.W. Washington, DC 20500 Dear Mr. President, Salaam and grace to you from Jerusalem, in the name of Our Lord Jesus Christ. I write to you from the Holy City of
Jerusalem in a spirit of prayer. I pray that your presidency will be a fruitful
one. I pray that under your leadership, the United States of America will
continue to uphold and promote its time-honored values of diversity, equality,
pursuit of happiness, and of liberty and justice for all. I have heard about the recent executive decisions you have taken regarding immigrants and refugees, and I am worried. I am worried, because for nearly 250 years, the world has looked to your country as an example of how diverse races and nationalities can possess one American identity. Your country has led the way in promoting civil rights, always hearkening back to the principle of equal citizenship, with liberty and justice for all. This is the reason so many refugees and immigrants have looked to the United States as a beacon of hope. I am worried, not only for those who can no longer enter your country, but for the safety of my neighbors in this region. I am afraid that the decision to deny entry for citizens of seven Muslim-majority countries while suggesting preferential treatment for Christians from those same countries will be harmful to many smaller communities in the region. This approach will be especially harmful
to Arab Christians. In the Arab world, Christians have a long history of living
side by side with our Muslim neighbors. We reject any move to divide Arab
society along religious lines, and continue to see ourselves as deserving equal
citizenship with equal rights and equal responsibilities. Throughout his life, through his teaching and his actions, Jesus showed concern for the stranger and the outcast. In her pastoral letter of 30 January, Presiding Bishop Elizabeth Eaton of our partner church, the ELCA, has said: “Our Lord not only commanded us to welcome the stranger, Jesus made it clear that when we welcome the stranger into our homes and our hearts – we welcome him.” (Matt 25:35) For this reason, welcoming the stranger is not optional for Christians. It is one of our foundational values. In November 2013, a group of diverse
religious leaders from around the world gathered in Vienna to sign “Welcoming the Stranger: Affirmations
for Faith Leaders.”
This historic document pledges support for refugees, internally displaced and
stateless persons, and to work against xenophobia. More than 600 delegates from
the Buddhist, Christian, Hindu, Jewish, and Muslim faiths attended the event, a
powerful witness to the fact that concern for refugees is not exclusive to one
religion, but is at the heart of every religious tradition. Most respectfully, Bishop Dr. Munib A. Younan
| Carta abierta al Presidente D. Trump de uno de los Obispos de Jerusalén En este tiempo de cuaresma, los invito a leer la carta abierta que el obispo de la Iglesia Evangélica Luterana en Jordania y Tierra Santa envió al Presidente de los Estados Unidos. La traducción en español la hice a partir del texto en francés. Jesús dijo: “Yo fui extranjero y tú me recibiste” Mt 25,35 “Querido Sr. Presidente, Salaam y bendiciones desde Jerusalem, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Le escribo desde la ciudad santa de Jerusalem con un espíritu de oración. Oro para que su mandato presidencial porte frutos. Oro para que, bajo su gobierno, los Estados Unidos de America sigan practicando y defendiendo los valores tradicionales de diversidad, igualdad, búsqueda de la felicidad, libertad y justicia para todos. Oro para que, en tanto que Presidente, usted defienda y ponga en práctica estos valores, no solamente con los ciudadanos de su país sino también con todos aquellos que son su prójimo. Que su compromiso en favor de los valores fundamentales de su país englobe también aquellos que bien en zonas de conflicto y de sufrimiento. Ofrezco esta oración desde mi oficina en Jerusalén en donde seguimos orando y trabajando en la búsqueda de una solución pacífica y justa para los dos pueblos y las tres religiones de este país. Esperamos con impaciencia poder vivir la libertad, la justicia y la igualdad en la diversidad, como su país ha mostrado el ejemplo al mundo entero. He sido informado de las recientes decisiones relacionadas con los inmigrantes y los refugiados que usted piensa aplicar y eso me preocupa. Estoy muy preocupado porque, desde hace cerca 250 años, el mundo entero considera su país como un modelo en el cual razas y naciones diferentes pueden portar juntas la misma identidad americana. Su país ocupaba el primer lugar en la promoción de los derechos cívicos, siempre ha existido la preocupación de una ciudadanía igual para todos e igualmente justicia y libertad para todos. Esa es la razón por la cual innumerables refugiados e inmigrantes han visto en los Estados Unidos una antorcha de esperanza. Estoy preocupado no solamente por las personas que ya no podrán entrar en su país, sino también por la seguridad de mis vecinos en esta región del mundo. Temo que la decisión de prohibir la entrada a ciudadanos de siete países, en mayoría musulmanes y al mismo tiempo sugiriendo un tratamiento preferencial por los cristianos de esos mismos países sea un error para numerosas comunidades pequeña en esta parte del mundo. Ese punto de vista hará daño sobre todo a los cristianos árabes. En el mundo árabe, los cristianos tienen una historia muy larga de cohabitación con sus vecinos musulmanes. Rechazamos toda decisión que divida la sociedad árabe según criterios religiosos y seguimos considerando que merecemos el derecho de portar la misma nacionalidad con los mismos derechos y responsabilidades. Me preocupo porque yo mismo soy un refugiado y he experimentado en carne propia las dificultades que las familias de refugiados deben afrontar. Al mismo tiempo, como obispo luterano, sé que rechazar a los refugiados de cualquier religión está en contradicción con el mensaje de Jesucristo. Él mismo fue un refugiado también. Él buscó refugio y seguridad con su familia en Egipto. Durante toda su vida, con sus enseñanzas y sus actos, Jesús se preocupó de los extranjeros y de los excluidos. En su carta pastoral del 30 de enero, Elizabeth Eaton, obispo en ejercicio en nuestra Iglesia hermana, la Iglesia evangélica luterana en América (ELCA) decía “Nuestro Señor no solamente nos ordenó recibir a los extranjero, sino que también nos dijo claramente que cuando recibimos al extranjero en nuestros hogares y en nuestros corazones, lo estamos recibiendo a él mismo”. (Mateo 25,35). Por esta razón, recibir al extranjero no es simplemente una posibilidad para los cristianos. Es uno de los valores fundamentales. En noviembre 2014, un grupo de responsables religiosos del mundo entero se reunió en Viena para firmar el documento “Recibir al extranjero: Afirmaciones de los jefes religiosos”. Este documento histórico es un compromiso de ayuda a los refugiados, a los desplazados internos y fuera de su patria y en contra de toda xenofobia. Más de 600 delegados de las religiones budista, cristiana, hinduista, judía y musulmana participaron en este evento. Fue un testimonio poderoso que dice que la preocupación por los refugiados no es propia de una religión particular, sino que se encuentra en el corazón de todas las tradiciones religiosas. En tanto que obispo luterano de Jerusalén, en tanto que refugiado, en tanto que ciudadano del mundo, le pido reconsiderar sus recientes decisiones en relación con los refugiados y los inmigrantes. Con insistencia le pido que reflexione a los valores fundamentales de los Estados Unidos y de Jesús, y busque otra via para obtener el doble objetivo de seguridad y de perspectivas de futuro en el país de los hombres libres. Respetuosamente. Obispo Dr. Munib A Younan, Obispo de la Iglesia evangélica luterana en Jordania y Tierra Santa.”
Feliz camino hacia Pascua y feliz semana. P. Germán 26 de marzo del 2017 |
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