Mensaje del P. Germán
“NUEVA
EVANGELIZACIÓN”
Del 7 al 28 de octubre, 349 participantes del
mundo entero, de los cuales 262 son obispos y 87 laicos (23 mujeres y 64
hombres), se reunieron en Roma para reflexionar sobre la Nueva Evangelización.
Este sínodo fue convocado por le Papa Benedicto XVI para conmemorar los
50 años de la apertura del Concilio Vaticano II.
El Consejo pontifical por la Nueva
Evangelización, que fue creado por Benedicto XVI hace dos años, preparó este
encuentro y está encargado de presentarle al Papa las conclusiones sinodales
para que Él pueda enseguida, escribir una Exhortación apostólica o una
Encíclica conclusiva.
Al momento de escribir el presente mensaje, el Sínodo no ha sido concluido. Al
día de hoy (20 de octubre), ha habido
más de 150 intervenciones y los comentadores son unánimes al afirmar:
-el Sínodo hace un examen de consciencia de la
Iglesia. Se ha analizado el pasado con
lucidez y será utilizado para definir
lecciones para el futuro;
-la diversidad de la Iglesia universal está
muy bien representada;
-las intervenciones se hacen con mucha
libertad, verdad y en el respeto de la diversidad;
-dos tendencias caracterizan los debates: Aquellos que juzgan severamente el mundo de
hoy y los que analizan los problemas,
que la sociedad le presenta a la Iglesia;
- todos los participantes buscan soluciones y
caminos a proponer a la Iglesia, para que cumpla mejor su
misión.
Algunos se muestran inquietos a causa de la
secularización o transformación del carácter religioso por el laico, que gana
cada día más en las sociedades. El cardenal John Niue, arzobispo de Nairobi y
presidente de la conferencia episcopal de Kenia, asegura la Iglesia cuando afirma: “la gente no niega la existencia de Dios. Dios
es desconocido”.
El Papa Benedicto XVI declara frente a la
asamblea general del 12 de octubre: “En
el Sínodo estamos caminando unidos a nuestros contemporáneos”.
El Sínodo sobre la Nueva Evangelización, es un
gran evento en la historia de la Iglesia.
Seguramente,
habrá nuevos caminos que van a abrirse, para que el Evangelio pueda ser
anunciado más claramente y de una manera más accesible a los hombres y mujeres
de nuestra época.
Este Sínodo debe ayudarnos a construir una
Iglesia que corresponda cada día más a
lo que Mgr Olivier Schmitthaeusler, vicario apostólico de Phnom Penh
(Camboya) deseaba: “una Iglesia que toque
el corazón, una Iglesia simple, hospitalaria, alegre y que ore”.
Oremos con confianza para que el Espíritu
Santo ilumine al Papa en el momento de escribir la exhortación final del
Sínodo. Que las directivas del Santo Padre, ayuden a la Iglesia y nuestro mundo
de hoy, a responder a la voluntad del
Señor.
Feliz año de la Fe para todos.
Feliz semana.
P. Germán 4 de noviembre 2012