17^th Sunday in the Church’s time Time C

Los Angeles, July 23^rd, 2022

1^st Reading: from the Book of Genesis 18:20-32

Psalm : 137(138)1-2,2-3,6-7,7-8

Reading: Letter of Saint Paul to the Colossians 2,12-14

Gospel: Saint Luke 11,1-13

This Sunday's liturgy offers us very beautiful texts that can fuel hours and hours of reflection and prayer during this time of vacation.

I invite you to take a few minutes to talk about the relationship between God and Abraham and the Our Father prayer.

The relationship between God and Abraham. Abraham and Sarah, his wife, were very old when God promised them that their descendants would be as numerous as the stars in the sky. Christians, Jews, and Muslims regard Abraham as the Father of faith. God fulfilled his promise. Abraham's descendants are very numerous. God has confidence in Abraham, and he becomes the first believer. Abraham has confidence in God and knows his mercy and his justice. Based on this mutual trust, God shares with Abraham his concern with the situation in Sodom and Gomorrah. Abraham initiates a dialogue or a negotiation with God to try to save fifty, forty-five, forty, thirty or twenty just people who probably inhabited those cities. God accepts Abraham's intercession and says that even with ten righteous people, he would not destroy the city. God's mercy, forgiveness, goodness, and love are manifested in that conversation.

It is very important that we learn to talk to God. He is accessible. We can dare to ask him for something, and he will always answer us.

The Our Father is a remarkable prayer. It has words that help us to dialogue with God, to show Him our trust in His love, His goodness, and His responsible paternity for each one of us.

In this time of vacation, let's take time to say Our Father phrase by phrase.

Our Father. It's already a great start. We begin by acknowledging that we have a Father who loves us. As a child feels safe to face the danger of the street when he takes his father’s hand, in the same way, those who say Our Father affirm that their faith is founded on the trust that exists between a child and his father.

You can continue to reflect on the rest of the Our Father. I propose to take the request: give us our daily bread. We cannot live if we do not have bread to feed our body. That phrase cannot leave us indifferent to all the people who do not have their daily bread. We must pray and act so that all men and women on our planet can eat when they are hungry. Our faith cannot exist if it is not fed with the bread of the Eucharist and the Word. We also ask for this spiritual bread for each day and so that everyone can have it.

The Our Father ends with forgiveness. We need to receive God's forgiveness to offer and receive the necessary and indispensable forgiveness so that our human relationships can exist.

Let us try to pray, to talk to God, to entrust our needs and the needs of the whole world to Him. Let us trust in Him, and with Him let us commit ourselves to building a better world for all.

Amen

Fr. Germán

17º Domingo Tiempo de la Iglesia 

Año Litúrgico C

Los Ángeles, el 24 de julio del 2022

1ª lectura: del libro de la Génesis 18,20-32

Salmo: 137(138)1-2.2-3.6-7.7-8

2ª lectura: carta de San Pablo a los Colosenses 2,12-14

Evangelio: de San Lucas 11,1-13

La Liturgia de este domingo nos propone textos muy bonitos que podrían alimentar horas y horas de reflexión y oración, en este tiempo de vacaciones.

Los invito a tomar algunos minutos, para hablar de la relación entre Dios y Abraham, y de la oración del Padre Nuestro.

La relación entre Dios y Abraham. Abraham y Sara, su esposa, tenían bastante edad cuando Dios les promete que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas del cielo. Los cristianos, judíos y musulmanes consideran a Abraham, como el Padre de la fe. Dios cumplió su promesa. Los descendientes de Abraham son muy numerosos. Dios tiene confianza en Abraham y este se convierte en el primer creyente. Abraham tiene confianza en Dios, conoce su misericordia y su justicia. Apoyado en esa confianza mutua, Dios comparte con Abraham su preocupación, sobre la situación de Sodoma y Gomorra. Abraham entabla un dialogo o una negociación con Dios, para tratar de salvar cincuenta, cuarenta y cinco, cuarenta, treinta o veinte justos, que probablemente habitaban esas ciudades. Dios acepta la intercesión de Abraham diciéndole que incluso con diez justos, no destruiría la ciudad. La misericordia, el perdón, la bondad y el amor de Dios se manifiestan en esa conversación.

Es muy importante que aprendamos a hablar con Dios. Él es accesible. Podemos atrevernos a pedirle algo y Él siempre nos responderá.

El Padre Nuestro es una oración formidable. Tiene palabras que nos ayudan a dialogar con Dios, para manifestarle nuestra confianza en su amor, su bondad y su paternidad responsable por cada uno de nosotros.

En este tiempo de vacaciones, démonos tiempo para decir el Padre Nuestro, frase por frase.

Padre Nuestro. Ya es un inicio magnífico. Empezamos reconociendo que tenemos un Padre que nos ama. Como un niño, que se siente seguro para afrontar el peligro de la calle, cuando toma la mano de su papá. De la misma manera, los que dicen Padre Nuestro afirman que su fe está fundada en la confianza, que existe entre un niño y su padre.

Ustedes pueden seguir reflexionando sobre el resto del Padre Nuestro. Les propongo tomar la petición: danos el pan de cada día. No podemos vivir si no tenemos pan para alimentar nuestro cuerpo. Esa frase no nos puede dejar indiferentes, ante todas las personas que no tienen el pan de cada día. Debemos orar y actuar para que todos los hombres y mujeres de nuestro planeta, puedan comer cuando tengan hambre. Nuestra fe no puede existir, si no se alimenta con el pan de la Eucaristía y de la Palabra. El pan espiritual, lo pedimos también para cada día y para todos.

El Padre Nuestro termina con el perdón. Necesitamos recibir el perdón de Dios, para poder ofrecer y recibir el perdón necesario e indispensable, para que nuestras relaciones humanas puedan existir.

Tratemos de orar, de hablar con Dios, de confiarle nuestras necesidades y las necesidades del mundo entero. Tengamos confianza en Él y con Él comprometámonos en la construcción de un mundo mejor para todos. Amen.

P. Germán