1º Domingo de Cuaresma
Año
Litúrgico A
Los Ángeles 1º
de marzo del 2020
1ª lectura: Libro del Génesis 2,7-9; 3,1-7a
Salmo: 50(51)3-4,
5-6 12-13, 17
2ª lectura: de
la carta de Sn Pablo a los Romanos 5,12-19
Evangelio: San
Mateo 4,1-11
En este primer Domingo de
Cuaresma, la iglesia nos recuerda el momento de las Tentaciones que Jesús
afronta antes de iniciar su vida pública.
Dios se deja tentar para
mostrarnos que es posible vencer a quien nos induce a pecar.
El Evangelio de este domingo,
nos muestra tres tentaciones que debemos desafiar durante toda nuestra vida.
Los bienes materiales, el
poder y el alejamiento de Dios.
Los bienes
materiales:
Todos sentimos el deseo de poseer
cada día más. Frecuentemente, tenemos tantas cosas acumuladas, que no hay lugar
en nuestro hogar, para almacenar tantos objetos que nunca utilizamos.
Entre más cosas poseemos, más
sentimos el deseo de poseer. En esta semana, podemos hacer una limpieza en
nuestras casas. Pero lo más importante, cuando nos deshagamos de todo lo que
poseemos, y que no necesitamos, pensemos en las personas necesitadas y
compartamos con nuestros hermanos y hermanas, todo lo que no es importante o
esencial para nosotros.
El poder:
Todos tenemos un poco de
poder. Algunos sustentan mucho poder, otros un poco menos. Pero todos, tenemos
cierto poder sobre nuestros hermanos y hermanas. En la familia, en el trabajo,
en la comunidad y en la sociedad, hay personas que ejercen un cierto poder. En
este tiempo de cuaresma, preguntémonos si el poder que ejercemos sobre los
demás, nos representa un medio para servir a nuestros hermanos y hermanas, o
por el contrario, si utilizamos el poder para enriquecernos, para oprimir, para
explotar a nuestros hermanos y hermanas.
Jesús nos mostró durante toda
su vida, que el verdadero poder consiste en ponerse al servicio de aquellos que
están bajo nuestra autoridad.
El
alejamiento de Dios:
La tentación que ha acompañado
siempre a nuestra humanidad es la de alejarse de Dios. Mientras más dinero y
conocimientos tienen el hombre y la mujer, la tentación de creer que no
necesitan a Dios y de que pueden vivir sin Él es mayor. Construir su vida sin
Dios, es la tentación del hombre y la mujer orgullosos que se creen grandiosos,
inteligentes y ricos. Piensan que pueden construir su vida sin Dios.
Hoy en día, hay cada vez más
personas que reconocen la existencia de Dios, sin embargo, piensan que no
necesitan a Dios para vivir. Es lo que llamamos el “ateísmo práctico”.
Vivimos en una sociedad que
cada día está más secularizada. Ha colocado a Dios a un lado y se cree capaz de
dirigirse y gobernarse sin referirse a un Ser Superior.
En esta cuaresma tomemos un
poco de nuestro tiempo para orar. Aprovechemos de esta cuaresma para observar y
escuchar a Aquél que nos da la vida, la salud, la paz y la felicidad. Dios
espera que vayamos hacia Él, para llenarnos de su amor, de su luz y de su
fuerza. En esta Cuaresma dejémonos mirar por Dios y tratemos de cambiar nuestra
vida.
Aprovechemos de esta cuaresma,
para compartir con aquellos que lo necesitan. Observemos alrededor de nosotros
para ayudar a nuestros hermanos y hermanas que están bajo nuestra autoridad,
que viven o trabajan con nosotros.
Dejémonos amar por Dios,
tratemos de crecer en el amor y en el respeto para con nuestros hermanos y
hermanas. Amen. P. Germán