20th Sunday in the Church’s time Time C Los Angeles, August 13th /14th, 2016

posted Aug 11, 2016, 4:40 PM by St Sebastian Catholic Parish

20th Sunday in the Church’s time

Time C

Los Angeles, August 13th /14th, 2016

1st Reading: from the Book of Jeremiah 38:4-6,8-10

Psalm : 39(40)2,3,4,18

2nd Reading: Letter to the Hebrews 12:1-4

Gospel: Saint Luke 12,49-53

Today’s liturgy invites us to reflect on peace.

Since the beginning of the existence of humans on the earth, peace has always been a challenge that society should face.

We are not worse than people in the past. There were always conflicts, divisions, wars, terrorist attacks and violence.

The story of the prophet Jeremiah that we heard in the first reading reminds us that those who denounce evil and speak the truth bother those who want to take advantage of others and who don’t respect law, justice, or the life of their brothers and sisters.

Christ came and had the same problem that many other just people have faced. He was persecuted, unjustly condemned and put on the cross.

But God raised him to show that evil won’t have the last word. The risen Christ sends us the Holy Spirit to be our guide, our strength and our defender in this fight against evil, against division, against violence and against hatred.

Peace should prevail and we are artisans of peace, workers of reconciliation, ambassadors of God to build a Kingdom of justice, peace and brotherhood.

I hope that in our parish we always have the intention of praying for peace. I hope that in all our homes we will have new ideas for reconciliation. All of us are able to invent new ways for reconciliation. All of us are able to provide occasions for encountering those who are separated today.

Peace cannot be imposed by weapons, by threats, by imprisonment, by the death penalty or by other demagogic methods. The tools for building peace are justice, pardon, reconciliation and mercy.

Let us try in this Year of Mercy to always use words and acts that build unity. Let us avoid all remarks that divide and all words that accuse or hurt so that peace will be a reality in our lives, community and society.

Do not be tricked by those who want us to live in fear and to respond to violence with violence. Let us ask the Spirit of God to help us build peace so that brotherhood will be an appreciated and respected value by all. 

Amen

Fr. Germán

20º Domingo Tiempo de la Iglesia 

Año Litúrgico C

Los Ángeles, el 14 de agosto del 2016

1ª lectura: del libro del profeta Jeremías 38,4-6.8-10

Salmo: 39(40) 2.3.4.18

2ª lectura: carta a los Hebreos 12,1-4

Evangelio: de San Lucas 12,49-53

La liturgia de hoy nos invita a reflexionar sobre lo que es la paz.

Desde el principio de la existencia del hombre en la tierra, la paz ha sido siempre un desafío que toda sociedad debe afrontar.

Nuestra humanidad no es peor que la de hace algunos años atrás. Siempre ha habido conflictos, divisiones, guerras, ataques terroristas, violencia.

La historia del profeta Jeremías que escuchamos en la primera lectura, nos recuerda que quien denuncia el mal y dice la verdad, estorba a aquellos que desean aprovecharse de los demás. A los que no respetan ni la ley, ni la justicia ni la vida de sus hermanos y hermanas.

Cristo vino y tuvo la misma suerte que muchos otros justos. Fue perseguido, condenado injustamente y clavado en una cruz.

Pero Dios lo resucitó, para mostrar que el mal no tendrá la última palabra. Cristo resucitado nos envió al Espíritu Santo, para que fuera nuestro guía, nuestra fuerza y nuestro defensor en esta lucha contra el mal, contra la división, contra la guerra, contra la violencia, contra el odio.

La paz debe imponerse y nosotros somos artesanos de paz, obreros de reconciliación, embajadores de Dios para construir un Reino de justicia, de paz y de fraternidad.

Quisiera que en nuestra parroquia, tuviéramos siempre la preocupación de orar por la paz. Quisiera que en todos los hogares de nuestra comunidad, hubiese iniciativas de reconciliación. Todos somos capaces de inventar caminos de reconciliación. Todos somos capaces de inventar  ocasiones de encuentro, entre aquellos que se encuentran separados hoy.

La paz no se impone con las armas, las amenazas, la cárcel, la pena de muerte, o con yo no sé qué, otro método demagógico. Los instrumentos para construir la paz son la justicia, el perdón, la reconciliación y la misericordia.

Tratemos en este año de la misericordia, de utilizar siempre palabras que reúnan, gestos que construyan la unidad. Evitemos todo comentario que divida, toda palabra que acuse o que hiera, para que la paz sea una realidad en nuestra vida, en la comunidad y en la sociedad.

No nos dejemos engañar por quienes desean que vivamos en el miedo y que respondamos a la violencia con la violencia.

Oremos al Espíritu de Dios, para que nos ayude a construir la paz. Para que en el mundo entero, la fraternidad sea un valor apreciado y respetado por todos.

P. Germán
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