21º Domingo del tiempo de la Iglesia
Año Litúrgico B
Los
Ángeles, el 23 de agosto del 2015
1ª lectura: del libro de Josué 24,1-2a.15-17.18b
Salmo: 33(34) 2-3,16-17,18-19,20-21
2ª lectura: carta de San Pablo
a los Efesios 5,21-32
Evangelio: de San
Juan 6, 60-69
En una conferencia, que tuvo lugar en Roma en
estos días, leí que el ateísmo ya casi no existe en nuestra sociedad. En
cambio, el politeísmo está cada día más presente en nuestro mundo.
La interpelación del profeta Josué en la
primera lectura es un tema de actualidad: “Si
no les agrada servir al Señor, digan aquí y ahora a quién quieren servir……..En
cuanto a mí se refiere, mi familia y yo serviremos al Señor.”
La pregunta que Jesús hace a sus discípulos en
el Evangelio de hoy tiene el mismo sentido. “¿También
ustedes quieren dejarme?”.
La liturgia de este domingo nos invita a tomar
una decisión importante.
La Iglesia nos invita a escoger entre el Señor
y la multitud de dioses, que la sociedad actual nos propone.
Estoy seguro que ustedes y yo ya decidimos
estar con Jesús. Deseamos amar y servir al único Dios, el Dios que Jesús nos
reveló.
Pero, debemos tener cuidado de no alejarnos, o
de abandonar al Dios de la Biblia para convertirnos, sin darnos cuenta, en
politeístas, adoradores de esos dioses que la sociedad ha inventado.
Disponemos de elementos y medios que pueden ser
de gran utilidad si sabemos utilizarlos. Ellos pueden también, transformarse en
dioses muy poderosos y destructores, si no sabemos controlarlos.
Estoy hablando del dinero, el trabajo, el
alcohol, la droga, el sexo, la televisión, el teléfono celular, los medios
sociales, Facebook, Instagram, Snapchat, Twitter, Ask,… etc.
Si el trabajo, el dinero, el alcohol, la droga,
el sexo, la televisión, el teléfono celular, los medios sociales, Facebook,
Instagram, Snapchat, Twitter, Ask, o cualquier otro objeto del mundo se han
convertido en la primera preocupación de nuestra vida, es tiempo de reaccionar
para regresar al verdadero Dios.
Conozco adultos que viven solamente por dinero.
El trabajo se ha convertido en su dios. La familia, la Iglesia y ellos mismos,
están después del trabajo y del dinero.
Conozco niños, jóvenes y adultos, que no pueden
vivir, si no tienen a su lado el teléfono portable. Es triste ver a personas
que lo primero y lo último que hacen en el día, es consultar sus emails, los
mensajes en Facebook,….etc. Sus dioses están presenten en durante la comida, en
la escuela, en el trabajo, incluso durante la noche. No pueden dormir en paz
porque se sienten obligados durante el sueño, a controlar lo que sucede en los
medios de comunicación.
Sin darse cuenta, estas personas se están
transformando en politeístas. Se están transformando en esclavos de esos dioses
que la sociedad actual adora. Están abandonando al Único que nos enseña el
camino del amor, de la paz, de la justicia, de la felicidad.
Probablemente ustedes van a decir: yo sé que
eso existe pero no tiene que ver con mi vida. Yo decidí seguir al Señor y adoro
un solo Dios, el Dios de Jesucristo. Si es así, eso quiere decir que las
prioridades de nuestra vida son: la oración, el compromiso en la comunidad que
es el Cuerpo de Cristo y el compromiso con el mundo que es el lugar al cual
Dios, nos ha enviado para dar testimonio.
En esta semana respondamos a la pregunta que
Jesús hace a cada uno de sus discípulos: “¿También ustedes
quieren dejarme?”
Amén P. Germán