25º Domingo del tiempo de la Iglesia
Año Litúrgico B
Los
Ángeles, el 20 de septiembre del 2015
1ª lectura: del libro de la
Sabiduría 2,12.17-20
Salmo: 53,3-4.5.6.8
2ª lectura: carta de Santiago 3,16—4,3
Evangelio: de San Marcos 9,30-37
“Si
alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de
todos.”
Estas palabras de Jesús pueden
ayudarnos esta semana, a reflexionar sobre nuestra manera de vivir en familia,
en la comunidad y en la sociedad.
Las personas más amadas, las
más respetadas y las más importantes de la historia de la humanidad, son
aquellas que han vivido al servicio de los demás. Yo puedo darles algunos
ejemplos y seguramente, ustedes pueden aumentar otros nombres.
Jesús, María, San Francisco de
Asís, Gandhi,
Martin Luther King, la Madre Teresa y actualmente el Papa Francisco.
Estas son personas que podemos
observar e imitar.
Hablemos del Papa Francisco
que se encuentra actualmente en Cuba.
Los periodistas dicen que el
Papa Francisco es la persona más popular hoy y la más amada en el mundo.
Me parece que el Papa
Francisco es el primero hoy porque está al servicio de todos y sobre todo de
los más pequeños, de aquellos que son despreciados por la sociedad, de los
refugiados, los inmigrantes, los enfermos, los minusválidos, aquellos que se
sienten excomulgados o rechazados por la Iglesia. El Papa Francisco está
haciendo una gran revolución en la Iglesia y en el mundo.
Él vive lo que predica. Desde
el primer día en que fue elegido obispo de Roma, no ha cesado de mostrar con su
manera de vivir que el servicio a los demás, es el mejor camino para los
discípulos de Cristo, el único camino para ser grande y el camino privilegiado
para ser feliz. Observemos y escuchemos en estos días al Papa Francisco. Él va
a estar en medio de grandes personalidades del mundo en Cuba, en Estados Unidos
y en la ONU. Él va a mostrarles, a mostrarnos, que cuando uno está al servicio
de los demás, no en busca del poder, del
dinero, o de la gloria, es considerado por los demás y por Dios, como el más
grande de todos. Demos gracias a Dios por la vida del Papa Francisco. Oremos
para que tenga siempre la fuerza y la sabiduría de servir, como lo ha hecho
hasta ahora. Los grandes, los ricos, los poderosos y aquellos que ocupan
puestos importantes en la sociedad y en la Iglesia, van a comprender que si
quieren ser los primeros, deberán estar al servicio de todos.
Oremos también para que
nosotros seamos servidores de nuestros hermanos(as) en donde estemos. En la familia,
la comunidad y el trabajo. Amén
P.
Germán